La venta de parafina aumentó en un 10 por ciento en lo poco que va de invierno. De hecho está más barata que el año pasado, cuando llegó a costar 700 pesos.
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En la Región Metropolitana lo más barato que la puede encontrar es a 345 pesos y lo más caro a 479. El precio promedio es de 413 pesos. Y la famosa Toyotomi es la responsable de todo el boom.
La venta de estufas a parafina este año se disparó en un 1.000 %. Pero el fenómeno es tal que otras marcas chinas, más económicas, también entraron a la competencia.
En tanto, para los que ya tienen estufas hay muchas opciones para no hacer la cola en la bomba. Una de ellas es la distribución a domicilio.
StanMetal vende la parafina y los estanques para almacenarla. Hay de 100 y 200 litros y se venden como pan caliente en el sector oriente. Y si le duele la inversión, puede arrendar el estanque entre varios vecinos.
Las estufas Toyotomi han seducido a los chilenos. Hasta 2007 sus ventas no alcanzaban las 1.600 unidades al año, pero en 2008 tuvieron un verdadero boom, cuando las cifras se dispararon a 60.000. ¿El motivo? La eficiencia energética y el bajo costo del combustible que utiliza. Y es que con el litro de parafina a 370 pesos y rendimientos que llegan hasta los 30 pesos por cada hora de calor, las Toyotomi se vuelven imbatibles si de ahorrar se trata.
“La gente se aburrió de pagar una fortuna en calefacción y aún así morirse de frío durante el invierno”, comenta el gerente general de Toyotomi Chile, Jorge Machicao. Eso sí, hay que hacer una inversión inicial importante, porque una de estas estufas cuesta desde 129.990 pesos hasta más de 1.000.000, precio que está asociado directamente con la tecnología que posea y la capacidad de calefacción que tenga.
Hay cuatro modelos distintos. El más básico viene con una mecha de fibra de vidrio que se quema, mientras que el que le sigue utiliza tecnología láser, con un micro computador capaz de detectar la temperatura ideal y bajar por sí mismo la emisión de calor, o apagarse si la habitación en donde se encuentra tiene menos de un 18% de oxígeno.
Una versión aún más sofisticada es la de tiro forzado, donde las estufas cuentan con un tubo conectado al exterior que calienta el aire y hace la combustión afuera del inmueble. Por último, las llamadas calderas tienen lo más top en tecnología, y son capaces de ahorrar hasta un 50% más que las de gas.
La variedad es mucha, pero el factor común es el mismo: la parafina. Además, todas las unidades tienen sensores antivuelco que apagan la emisión de calor apenas detecta alguna irregularidad en el terreno, y además cuentan con rejillas que no se calientan para evitar que algún niño las toque y pueda sufrir quemaduras.
“Estas estufas son súper seguras, pero así y todo recomendamos no cerrar un ambiente completamente para que se genere ventilación (…) En Japón se venden 6.000.000 de estufas al año lo que avala que son seguras porque en ese país están mucho más avanzados con el tema de las normas que en Chile y por ende son más exigentes”, comenta Jorge Machicao.
Fuente: Toyotomi Chile
El calor del etanol, un calor con estilo
Si de decorar y temperar una vivienda se trata, las chimeneas de etanol son todo un descubrimiento. Estos artículos llegaron hace dos años a Chile, directamente desde Alemania, y prometen revolucionar el mercado de la calefacción.
“El etanol —tipo de alcohol hecho de caña de azúcar y maíz— da una de las combustiones más limpias que hay, así que no vas a tener contaminación intradomiciliaria. Además es ideal para la gente que está pensando en la ecología y que quiere mantener el gusto primitivo que todos tenemos por el fuego”, indica la gerente general de Feuer, firma que trae el producto, Francisca Peró.
Estos aparatos otorgan una potente llama, no emiten chispas, olor ni humo y son ideales para el living o las salas de estar, en donde brindan una estética cálida. Asimismo, son capaces de temperar un ambiente de 50 m² durante 5 horas a un costo de 460 pesos cada 60 minutos aproximadamente.
Estufas a pellets son la novedad en calefacción para este invierno
Tienen un diseño similar a una bosca, pero contaminan menos, pues utilizan combustible totalmente seco, sin embargo, su venta no está masificada, ya que en Rancagua sólo se venden en una tienda.
Miércoles, 01 de Julio de 2009
Por: Bárbara Vergara Varas
A simple vista pareciera que es una bosca, no obstante, se trata de un nuevo sistema de calefacción que ya llegó a Rancagua y que funciona a pellet, aserrín prensado que contamina menos que la leña que utiliza la primera.
Entre uno y tres millones de pesos es el valor en el mercado de una estufa a pellet, cuya venta aun no se ha masificado, ya que sólo puede adquirirse en una tienda de la capital regional, empresa que distribuye también el combustible, que se ofrece en sacos de 15 kilos a un precio cercano a los $2.250.
Según estimaciones realizadas por la empresa que distribuye estas estufas en Chile, Energía del Sur, semanalmente el consumo es de seis a siete sacos de pellet, a lo que se suma la electricidad estimada en unos $8 mil al año.
Uno de los lugares en donde utilizan una estufa a pellet es el Café Dubai de Rancagua. La administradora del local, Marcela Mardones, señala al respecto que la decisión de contar con una calefacción de este tipo responde a que es “estéticamente más bonita y económica”.
A esto se suma el hecho de que contamina menos en comparación a una estufa a leña tradicional, ya que utiliza aserrín totalmente seco, y a que tiene una cobertura calórica de 100 a 140 m2, dependiendo de la arquitectura de la vivienda, además de la automatización de su funcionamiento.
Otra de las alternativas a las estufas a leña son las japonesas que funcionan con parafina y que también utilizan la electricidad, como las conocidas Toyotomi. Este tipo de calefacción está agotada en las tiendas, y su valor fluctúa entre $129.990 y $399.000.
Con un valor menor, es decir, entre $47.490 y $64.100, las tradicionales estufas a parafina también han sido las preferidas por los rancagüinos, lo que se explicaría por la inversión reducida –en comparación a su sucesora japonesa- que se debe realizar.
Las estufas a gas, en cambio, sí están disponibles y se pueden encontrar en las grandes tiendas en diversos tamaños. Por un valor cercano a $80.000 se puede adquirir una que utiliza un balón de 15 kilos y por alrededor de $30.000 menos una de cinco.
A ellas se suman los calefactores eléctricos que se pueden adquirir desde $10.000 y las estufas oleoeléctricas, desde $25.000.
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